jueves, 31 de marzo de 2011
De Cabo a Rabo.
Son muchas las razones por las que el ring de conformación perjudica a las razas caninas. Entre los adeptos a los perros de utilidad, la que golpea con mayor fuerza es la pérdida de las capacidades de ciertas razas para realizar su función zootécnica.
Y con capacidades, me refiero no a las físicas, sino a las psíquicas y emocionales.
Sin embargo me pregunto: ¿Por qué hay un grupo de perros cuyo espíritu no ha sido diezmado por tantos y tantos años de selección en las pistas de belleza?
Los Terriers.
Esos valientes y testarudos, colmilludos, aferrados y vivaces que conforman el grupo más temperamental.
Los Terriers, aún sin ser sometidos a estrictos estándares de selección para el "Trabajo", como son el Ring, el Schutzhund etc., que se utilizan en otras razas con el propósito de perpetuar y mejorar esa capacidad invaluable que ha hecho del perro una portentosa creación humana, no han perdido la voluntad de realizar incontables tareas.
Leyendo un estándar del pastor alemán, he encontrado muy cierta la observación de la autora Linda Shaw, en que se selecciona en muchas razas, por gusto, la cola portada hacia abajo durante la marcha y la cadripedestación en los rines de belleza. Característica muy apreciada en el pastor alemán.
Sin embargo, ésta mujer menciona que es fácil confundir una implantación de la cola baja, con la postura sumisa de la misma, y que es probable fomentar la selección de perros faltos de carácter o incluso temerosos. (Si se utiliza sólo la pista como método de selección).
Por ello me ha llamado la atención que en el grupo de los terriers, se desea en su mayoría una cola portada hacia arriba con un aire de arrogancia y pujanza, que en otros grupos caninos no se presenta con tal frecuencia o es incluso indeseable.
Veo también con tristeza, que los únicos dos terriers, que se exponen con la cola hacia abajo, son el American Staffordshire Bull Terrier y el Staffordshire Bull Terrier, que son mis preferidos dentro de éste grupo, y es una enorme coincidencia que ambas razas son las que han perdido en mayor medida la capacidad de realizar un trabajo de utilidad o un deporte de mordida.
Incluso el Bull Terrier (El cabeza de bolillo), se ha salvado de ésta preferencia y conserva en mayor medida dicho instinto. Tiene otras limitantes, pero ese es un tema de cabos y no de rabos.
Es aventurado decir que únicamente por tener la cola hacia arriba se se tenga un perro de carácter fuerte, pero desde la perspectiva de muchos, es una tendencia fuerte.
Así que ya saben...
La colita para arriba, o el alma para abajo.
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